¿Tatuajes? ¡Dios nos agarre confesados!


¡Qué Dios me agarre confesado! Lo digo porque sé que al escribir lo que pienso de los tatuajes me voy a volver menos popular y se me va a acusar de mundano, pos-moderno, light, licuado (así nos dicen a los que, según ciertos entes, mezclamos la fe), perverso, etc. y puede ser que hasta alguno piense que soy un espía de alguna secta new age o satanista, tratando de infiltrarme en la iglesia católica... en fin, como me confesé hace poco, espero salir bien librado del apedreamiento colectivo de los «expertos en el tema» y de los «super católicos».

Cuando era pequeño los tatuajes eran cosa de estrellas de rock, de soldados, de pandilleros y de maleantes. Hoy en día los tatuajes son algo común: según un estudio reciente el 36% de los jóvenes estadounidenses entre 18 y 25 años y un 40% de los que tienen entre 26 y 40 años tienen alguna parte de su cuerpo marcada con tinta. Pienso que en mi país, o por lo menos en mi ciudad, los porcentajes no deben ser distintos (basta que te des una vuelta por el famoso Museo Universitario del Chopo en el Distrito Federal).

BIBLIA Y MAGISTERIO

Uno de los pasajes favoritos de los anti tatuajes es Levítico 19, 28: «No se harán incisiones por un difunto ni tampoco tatuajes. Yo soy el Señor.»

Dicen los que saben que "que un texto, sin contexto, es un simple pretexto". El contexto de este versículo famoso son las leyes ceremoniales y de pureza ritual que el Señor le da a Israel: Dios no quería que los israelitas se grabaran los nombres o símbolos de los dioses de los pueblos vecinos o de sus muertos, es decir, no quería que participaran en los rituales fúnebres de los paganos que no sólo incluían tatuajes sino auto mutilaciones (ve el comentario de la Biblia de Jerusalén).

En el Nuevo Testamento no hay ninguna prohibición de los tatuajes. Levítico 19, 28 no es vinculante ni obliga a los cristianos (Hebreos 11, 12). De hecho ningún pasaje de las leyes ceremoniales o de pureza ritual obliga a los cristianos, a menos que coincida con la ley moral o la ley natural, y este no es el caso. Si así lo fuera, estaríamos obligados a seguir las prescripciones de todo el capítulo y sólo podríamos comer ciertas frutas cada cuatro o cinco años, no podríamos comer morcillas (moronga le dicen en mi país) y los monjes medievales, que rapaban su cabellera en forma de círculo, estarían en pecado (Levítico 19, 23-27).

Otro de los pasajes que se usan para ir en contra del body art es 1 Corintios 3, 16-17: «¿No saben que son santuario de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes? Si alguien destruye el santuario de Dios, Dios lo destruirá a él, porque el santuario de Dios, que son ustedes, es sagrado». El principio que se nos enseña aquí es que nuestro cuerpo ya no nos pertenece sino que le pertenece al Señor, y que debemos glorificar al Señor con nuestro cuerpo. Sin embargo, este pasaje no se refiere a los tatuajes (Pablo no había visitado el "Museo del Chopo de Corinto" -chiste local-) sino a las relaciones sexuales fuera del matrimonio, como lo muestra el contexto en 1 Corintios 6, 18-19 donde repite la misma idea. En todo caso hay que aplicar este pasaje a todo aquello que hacemos con nuestro cuerpo y que nos hace más daño que los tatuajes: tomar Coca Cola, bebida azucaradas y alimentos procesados, fumar, dormir poco, etc.

La Biblia nos dice que debemos ir contracorriente y que no debemos amar al mundo (Romanos 12, 1; 1 Juan 2, 15). Entonces, si la Biblia prohíbe tatuarse debemos decirlo (aunque tatuarse sea una práctica cada vez más popular), pero si la Biblia no dice nada al respecto debemos decirlo con mucha claridad también (aunque los super católicos no estén de acuerdo) ¿Entonces qué dice la Biblia? La respuesta es simple: la Biblia NO prohíbe hacerse tatuajes. Y como la Biblia no lo prohíbe, la Iglesia Católica tampoco: no vas a encontrar un sólo documento del Magisterio de la Iglesia que prohíba tatuarse y en los escritos de los Padres de la Iglesia no hay grandes comentarios ni homilías importantes sobre Levítico 19, 28, este versículo ni siquiera viene citado en el Catecismo de la Iglesia Católica ¡Esperen chicos no se emocionen todavía y menos vayan a ir a retar a sus papás! Sigan leyendo por favor.


SANTOS TATUAJES

Pensándolo bien en la Biblia si se habla de algunas marcas visibles en la piel ¡En sentido positivo! Por ejemplo en Ezequiel 9, 1-6 aparece un personaje celestial, enviado por Dios, que marca (o tatúa) en la frente con la letra Tau a los que hacen penitencia por los pecados del pueblo. Este signo le encantaba a San Francisco: se sentía espiritualmente, junto con sus frailes, como aquellos hombres "tatuados" que hacen penitencia.

En Isaías 49, 16 dice la Biblia que Dios nos tiene "tatuados" en la palma de sus manos, ya sé que esto es un antropomorfismo, pero, si los tatuajes fueran algo horrible y satánico ¡Dios no hubiera comparado su amor o el amor humano, verdadero y apasionado, con un tatuaje! (Cantares 8, 6).

En el libro del Apocalipsis (19, 16) leemos que Juan tiene una visión de Jesús resucitado y poderoso y ¿adivina qué? ¡Jesús lleva un gran tatuaje en el muslo! (Bueno, al menos eso parece, pero no le digas esto a tu líder de la iglesia, hace falta más exégesis).


SANTOS TATUADOS

Abuelas cristianas croatas luciendo
sus tatuajes cristianos.
Básicamente hacer un tatuaje es pintarse de color la piel, de manera superficial o profunda. Hay tatuajes permanentes y temporales ¿Cuál es la diferencia entre el maquillaje de una mujer, los tatuajes para niños que a veces vienen en las cajas de cereal y los tatuajes caros y permanentes del body art? La única diferencia estaría en la intención de quien se tatúa, en ese caso, no creo que un cristiano que se tatúe una cruz o un pez esté pensando en darle culto a dioses paganos o en hacer rituales fúnebres. ¡Llegaría a ser moralmente reprobable que  lo hiciera por simple rebeldía en contra de sus padres! Pero entonces el problema no es el tatuaje en sí, sino la intención.

Prohibir los tatuajes hoy en día porque tienen origen pagano, o porque los satanistas, los hinduistas o los monjes budistas se los hacen, es como prohibir usar el logo de Wolkswagen o juntar la VW porque esos autos y esa marca tuvieron su origen con los nazis !Quién utiliza un auto VW no tiene la intención de apoyar el Tercer Reich o de ser antisemita!

En la Abadía de Mount Angel, en Oregon,
es probable que te encuentres al Hermano André,
un monje tatuado de cuello y manos.
Hoy en día te puedes encontrar alguno que otro tatuado que vive una intensa vida espiritual ¡Los santos de hoy no tienen que lucir como los de hace 200 años! Y no sólo algunos músicos y pastores de Hillsong Church están tatuados, en la abadía benedictina de Mount Angel en Saint Benedict (Oregon, EE.UU.) es probable que te encuentres al Hermano André, un monje tatuado en manos y cuello, quien ingresó al monasterio con algunas rastas y sus tatuajes (llamándose Bobby Love). Cuando preguntó al Abad si debía quitarse los tatuajes para ser monje, el abad le dijo que era su decisión pero que él sugería que no lo hiciera y no por conservar un "recuerdo de su vida pasada" sino por que son parte de lo que es, según lo cuenta el mismo Hermano André.

Para los cristianos coptos el tatuaje
es signo de identidad y resistencia
En países donde hay persecución contra los cristianos o islamización forzada, es común que nuestros hermanos se tatúen como signo de identidad, de pertenencia a Cristo e incluso como signo de resistencia. Los cristianos coptos son famosos por tatuarse una pequeña cruz en la muñeca derecha ¡Incluso tatúan a los bebés como parte del sacramento del bautismo! Y no hay queja de parte de los jóvenes, al contrario, muchos de ellos muestran con orgullo su "tatuaje cristiano" a quienes los persiguen. Los 21 mártires coptos que fueron asesinados hace poco por ISIS, y que han sido proclamados santos por la Iglesia Ortodoxa, tenían su respectivo tatuaje. En Croacia son las mujeres cristianas, sobre todo las católicas, las que lucen con orgullo sus tatuajes en medio de las presiones para convertirse al islam ¡Y son las abuelas las que mejor los lucen y pasan de generación en generación las técnicas y los dibujos para los tattoos cristianos!

Concepción Cabrera de Armida, una gran mística y madre de familia mexicana, fundadora de las Obras de la Cruz, nos cuenta cómo se tatuó el pecho (a la mexicana):
«Por fin de ruegos conseguí el permiso de mi director para marcar el monograma en mi pecho el día del Dulce Nombre de Jesús, 14 de enero de 1894. Corté el pecho formando letras grandes con la navaja, J H S en esta forma; luego que lo hice sentí como si una fuerza sobrenatural me arrojara al suelo y con la frente en la tierra, en los ojos las lágrimas y el fuego en el corazón le pedía al Señor con vehemencia, con un celo devorador la salvación de las almas: ¡JESUS, SALVADOR DE LOS HOMBRES, SALVALOS, SALVALOS!» (Diario espiritual de una madre de familia)
Tan importante es este tatuaje que hasta la fecha los Misioneros del Espíritu Santo y las Religiosas de la Cruz bordan el monograma de Cristo, en color rojo (por la sangre claro está), en sus respectivos hábitos.

¡Todavía no salgan corriendo a tatuarse por favor y menos vayan a decir que van porque tuvieron una experiencia mística! Muchas cosas que hicieron los santos son más admirables que imitables, pero este ejemplo nos ayuda para discernir que no todo tatuaje es malo o está relacionado con el diablo.

CONCLUSIÓN

Aunque la Biblia y el Magisterio de la Iglesia no prohíben expresamente tatuarse tampoco es un mandamiento (y sale muy caro). En este como en otros temas, habrá que aplicar algunos principios para que cada uno decida, en su propia conciencia si se tatúa o no.
  • Ten en cuenta los argumentos en contra de los tatuajes (hay muchos sitios web por ahí dedicados a eso). El hecho de que la Iglesia no prohíba los tatuajes no significa que debas salir corriendo a tatuarte.
  • A pesar de que a los cristianos ya no nos obligan las leyes de pureza ritual, todavía estamos obligados por la ley moral; que incluye el mandamiento de honrar al padre y a la madre (Éxodo 20, 12). Si todavía no eres adulto, es necesario respetar y obedecer a tus padres en las decisiones que tomes, especialmente si vives todavía con ellos. Tienes que preguntarte: ¿Qué opinan tus papás sobre el asunto? ¿Les has pedido permiso para tatuarte?
  • Si ya eres adulto, hay que aplicar la norma «... tengan cuidado no sea que esa libertad se convierta en tropiezo para los débiles» (1 Corintios 8, 9). Aquí San Pablo usa la palabra "débiles" para referirse a los que todavía no tienen una conciencia formada por ser nuevos en la fe ¿En qué medio te mueves tu o realizas tu apostolado?
  • Si todavía estás en la escuela, pregunta ¿cuál es su política sobre los tatuajes? (que lleves una copia impresa de este artículo al prefecto no te garantiza que se te permita tatuarte). Lo mismo aplica si trabajas en una oficina.
  • Las imágenes que uses no deben ser inmorales, como sexo explícito, símbolos satánicos u ocultistas, o imágenes opuestas a las verdades y enseñanzas del cristianismo. Sé prudente.

Y POR ÚLTIMO

Aunque muchos hermanos siguen a algunos predicadores católicos que basan su autoridad en haber sido "ex pastores" o "ex new age" o simplemente "expertos" en estos temas, de mi lado prefiero ir al ritmo del Magisterio de la Iglesia (ni un paso atrás ni un paso adelante y en asuntos discutibles tener entera libertad de conciencia). Este post es mi humilde aportación al debate sobre este asunto. Mi opinión personal no es Magisterio de la Iglesia. 

Creo que deberíamos ser honestos y decir: "esto no me gusta" pero no andar condenando a otros o, peor, buscar justificaciones supuestamente científicas o teológicas, para seguir rechazando y no amar a los que deberíamos amar y servir. Es una tristeza ver cómo entre cristianos nos peleamos y faltamos a la caridad por este tipo de asuntos que la Biblia y el Magisterio de la Iglesia no condenan. Como dijo un amigo mío lleno de tatuajes: "Estar tatuado no te hace ni más ni menos santo".

Quiero hacer una confesión: cuando tuve mi encontronazo con Jesús, siendo adolescente, me moría de ganas de tatuarme en el brazo la palabra ICTUS en griego, rodeada del famoso pez (como la que trae mi amigo Omar) pero no contaba con los recursos y escuchaba muchas predicaciones de católicos y evangélicos que satanizaban a los tatuadores y a los tatuados. Hoy en día no me tatuaría, aunque contara con los recursos, por dos razones muy personales que no tienen nada que ver con que los tatuajes sean malos o buenos. En primer lugar mi cuerpo ya no es mío sino de mi esposa (eso dice la Biblia) y por otra parte quiero estar siempre disponible para donar sangre a mi familia, a mis hijos o a mis amigos mientras el cuerpo me lo permita.

Por otro lado hay que pensar en aquellos a los cuales debemos amar y servir, es muy probable que estén llenos de tatuajes o que el asunto de los tatuajes sea un obstáculo para que se acerquen a la fe y mucho más si viene cargado de condenación de nuestra parte, como dice el P. Alberto Ibañez "Más vale comprender que convencer" ¿Qué habría hecho Jesús?


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